jueves, 30 de julio de 2015

LIDERAZGO... 



A lo largo de los años he visto gente muy talentosa siendo dirigida por líderes mediocres. Son muchos los gerentes quienes llegan a ocupar esas posiciones por tener dominio técnico, antigüedad, conocimiento del negocio y hasta por la bendición de contar con el favoritismo de algún directivo. Son muchos los casos en los que se toma poco en cuenta las habilidades de liderazgo sobre las personas. Esas habilidades que tienen que ver con inspirar, entusiasmar, confiar, sacar lo mejor del otro, aprovechando sus fortalezas y trabajando por cambiar sus debilidades.
Cuando los leones son dirigidos por ciervos, estos, lamentablemente se vuelven ciervos. Son muchos los leones que al resistirse ser ciervos migran a otras manadas, abandonando su trabajo actual, pérdida considerable para una organización en la búsqueda del éxito empresarial. En cambio, cuando los ciervos son dirigidos por leones, podemos llevarnos la sorpresa de ver ciervos actuando como leones, adquiriendo características notables de emprendedores y gente de éxito profesional.
Un dirigente león es quien anima y estimula a que cada quien ponga en uso su grandeza, esa que espera por salir y mostrarse. Un dirigente león estimula la participación de su gente, abre posibilidades al aprendizaje colectivo, consulta a sus colaboradores para la toma de decisiones, sabe reconocer sus errores y premiar los aciertos de los demás, entrega feedback positivo, da reconocimientos, deposita su confianza desde la certeza que no le fallarán, crea compromiso, hace sentir a su gente como la mejor gente. Desde allí, los ciervos se sienten capaces de alcanzar los mejores resultados en el mejor de los ambientes. Es la mejor manada de “ciervos leones”.
Los jefes-capataces, esos ciervos que se creen leones por ser déspotas en su comportamiento con su gente, buscan dominarlos y someterlos, esperan sumisión inspirándoles temor. Esos son dirigentes ciervos que asesinan leones potenciales. Ver a leones convertirse en ciervos es muy triste.

Los jefes-líderes saben de su condición de león y no necesitan demostrarles a otros quienes son. Un león sabe que es un león. Se sabe capaz e importante, no les teme a los ciervos, sabe que puede dirigirlos y hacer que ellos lleguen a hacer cosas propias de leones. Definitivamente, los líderes forman líderes.