miércoles, 24 de abril de 2013


Qué bueno es tener MENTE ABIERTA.

Todos decimos que es muy fácil tener una mente abierta… pero a la hora de la verdad nos encasillamos en viejos patrones mentales. A lo largo de la vida nos hemos condicionado por todo cuanto nos rodea; sociedad, amistades, educación,  familia, etc. En el fondo, nuestra forma de pensar está influenciada por todo esto, digamos que nuestra mente ha sido programada en función de las experiencias que hemos vivido y la educación recibida. Todo ello ha creado un conjunto de principios, creencias y valores. Es lo que en Programación Paralingüística (PNL) se conoce como Mapa mental,…pero “el mapa no es el territorio” y nuestro mapa mental… es sólo una representación virtual independiente para cada quien, “nunca igual ante todos”, con matices y colores, bemoles y sostenidos, según la forma de pensar.

Cuando nacemos, llegamos a un mundo de infinitas posibilidades, que después se va limitando, condicionando al mapa que creamos de éste, que normalmente se forma para ser aceptados dentro de la cultura social y familiar con la que crecemos. Apenas se nos da la oportunidad de estar en desacuerdo con estos aspectos al tener la edad para imponer nuestras decisiones, ya es demasiado tarde. Nuestro mapa se ha establecido, y muchas de las creencias que nos limitan están instaladas en nuestro subconsciente, son parte de nuestro mundo virtual, un mundo que sólo es verdad en nosotros mismos.
En la adolescencia nos damos cuenta de esto, es cuando nace ese sentimiento de rebeldía que nos lleva a cuestionar las reglas, normas de la sociedad en la que vivimos. Pero siempre tenemos voces internas que nos dicen como tienen que hacerse las cosas, como hay que comportarse, que te pongas en orden y que hagas las cosas como siempre se han hecho. El aferrarse y el apego impiden tener una mente abierta a nuevas ideas, diferentes esquemas de cómo nosotros vemos el mundo!

Hoy no se puede vivir con un estilo de vida de mentes tan condicionadas y aferradas a una sola opción, pensando dentro de una caja (formatos o paradigmas obsoletos). Así que es de vital importancia que abras tu mente a todas las posibilidades, a todas las ideas, que te resistas a vivir en una caverna mirando a la pared, y no permitas que el pesimismo entre en tu conciencia. Tener una mente abierta a nuevas ideas y no tener apego a nada es lo mejor que puedes hacer por ti mismo y por los demás.

Una mente abierta te permite explorar, crear y crecer, una mente cerrada bloquea toda creatividad. La eterna expresión… ¡yo sé lo que hago”, “la experiencia dicta mi comportamiento”… El progreso sería imposible si hiciéramos las cosas de la misma manera, no te permitas tener bajas expectativas de lo que eres capaz de crear, hacer o pensar.
Las leyes universales que se manifestaron para dotarte de vida, ahora forman parte de ti. Tú posees la misma energía, la misma conciencia universal que te permite realizar verdaderos milagros, aunque sólo es posible si eres consciente de ello, si tienes tu mente abierta a todo tipo de ideas. Todo lo que piensas se expande, somos lo que pensamos, si tus pensamientos están llenos de dudas y tu mente está cerrada, actuarás conforme a ello, por lo tanto tu realidad será un reflejo de tus pensamientos cerrados y llenos de dudas, un mundo virtual limitado, finito. Por el contrario, si decides tener una mente abierta a todo, actuarás conforme a esa energía interior y en tu vida serás el creador y receptor de milagros.
Solo personas con la mente abierta a nuevas ideas han sido capaces de alcanzar el éxito y aportarlo a la humanidad. Gente extraordinaria quienes abrieron su mente a todo tipo de ideas por muy imposibles que parecieran. Sólo un pesimista puede pensar que existe una sola forma de hacer las cosas. Resístete, abre tu mente y expulsa el pesimismo de ti. No lo necesitas, no te mereces algo tan negativo. Tener una mente abierta significa estar en paz, proyectar amor, practicar el perdón, ser generoso, respetar toda forma de vida, y lo más importante, es que seas capaz de visualizarte haciendo cualquier cosa que conciba tu mente y tu corazón.

¿Cómo se tiene una mente abierta?

Existe una pregunta con un gran poder. Una pregunta que puede abrirte las puertas a un sin fin de oportunidades, a una nueva realidad. Es la pregunta que suelen hacerse las personas con buena suerte en la vida, las personas de mente abierta. La pregunta es: ¿…y por qué no?

Cuando te sugieran algo que ponga en conflicto tus creencias, tus valores, tu condicionamiento, en lugar de responder “eso es imposible”, “eso no puede ser”, “no lo veo”, responde: “no me lo había planteado antes”, “lo voy a pensar”… Ábrete a las ideas espirituales de todas las personas, escúchalas por muy locas que parezcan, se curioso, y no te aferres a las únicas opciones con las que te programaron para creer, abre tu mente, y no te aferres a una sola opción. Hay muchas alternativas, incluso… puedes mezclar las opciones, como la sinergia, el resultado es superior a la suma de las partes… y tus beneficios serán mayores a lo jamás soñado. 



Si hablar en público te resulta aterrador, acepta el miedo y vuélvelo en tu aliado


“Muy pocas veces no sentimos miedo: sólo cuando sentimos pánico.”
—Pensamiento budista
En mis cursos y talleres he detectado que la mayor preocupación que inquieta a mis clientes es precisamente cómo superar el miedo y los nervios. En definitiva, la necesidad número uno es contar con recursos internos para superar el miedo.

Eliminar totalmente el miedo a hablar en público es imposible e incluso contraproducente. 

Aunque no se puede desterrar por completo, se puede controlar y convivir con él. 

Cinco consejos que te ayudarán a aceptarlo y volverlo en tu aliado.

1. El público no es el enemigo, tú eres el enemigo: cuanto menos pienses en ti mismo y más en la audiencia, mejor conectarás con ella y menos miedo sentirás.

2. Para hablar bien en público antes hay que pensar bien en privado: ensaya tu presentación una y otra vez.

3. Practica el hablar en público en cada nueva ocasión que se te presente.

4. Practica la simplicidad: sé claro, sé conciso, sé concreto, sé breve. 

5. Piensa en cómo puedes aportarle valor a la audiencia: cuando la sitúas en el foco de la experiencia te olvidas de ti mismo y de tus nervios.